miércoles, 31 de octubre de 2012

MI AMIGO Y POETA ALBERTO PERAZA CEBALLOS





TERESITA CASTILLO 




Hace mucho tiempo que no veo a Alberto. Más de 20 años  diría  yo,  pero en  cada encuentro con amigos y conocidos he preguntado por él y he sabido de sus triunfos, de sus nuevas publicaciones. Me cuentan  que  lo han  visto, que  sigue siendo el gran amigo  que siempre, que la fama  no le ha hecho daño, que la humildad y sencillez siguen siendo sus banderas.


Conocí a Alberto Peraza  Ceballos cuando éramos  muy  jóvenes  los  dos,  y recién comenzábamos a trabajar en una Escuela Secundaria en el  Campo, San  Benito  que era denominado por unos, otros preferían  llamarla  ESBEC  47. Era un lugar  alejado, en medio  de los cultivos de tabaco, donde solían  trabajar los estudiantes. Alberto era profesor de  Ingles, yo trabajaba en la biblioteca, y desde el inicio establecimos una linda amistad que ha  sobrevivido al tiempo y a la distancia, de la que conservo muy gratos  recuerdos.


Teníamos muchas cosas en común los dos, le apasionaba la literatura,  su  trabajo era muy organizado y creativo, en cada momento importante  de la  escuela él estaba al frente, no se  cansaba, nunca lo  vi  molesto,  tiene  un  carácter  especial que  me  hace  pensar  al  ver  su literatura  para  niños,  que nunca  dejo  de ser tierno como sus pequeños alumnos. La  familia estaba en  el  centro de  su  vida, su  madre a la  que  tuve  la  dicha  de conocer y la que se parecía mucho Alberto físicamente y en el carácter, su hermano, su  sobrino Dayron.


Alberto además de ser profesor de ingles, estudio ruso, hablaba correctamente ambos idiomas, aunque  el  ruso  lo  aprendió  de  forma  autodidacta,  y un buen día   gano  un  concurso y  se  fue  a  Moscú.  Al regresar  nos  contó de  sus  experiencias como  sólo puede  hacer  un  amante de las artes y que esa capacidad y talento lleva en sus genes. Estaba   muy  feliz, emocionado, era algo que pocos logran,  era  el  premio  a su  esfuerzo,  a sus  horas   estudiando  un  idioma  que  no  sabía si podría  servirle de algo alguna vez, y le sirvió para romper barreras,  para  alzar  el  vuelo por primera vez y no dejar de soñar, de trabajar y de amar.


No recuerdo exactamente si Alberto comenzó a escribir  antes o después del  viaje a Moscú, pero un día comenzó a mostrarnos sus poesías, escritas a lápiz,  el escritor que llevaba dentro despertó y comenzó a derramar en el papel sus  emociones convertidas en versos. Escribe para niños, inspirado desde el  nacimiento de su sobrino Dayron a quien dedica muchas de sus composiciones  e historias y también para los adultos.


Premios obtenidos

Concurso Hermanos  Loynaz de Poesía  Infantil 1989, Tercer Premio.
Premio Hermanos Loynaz de Poesía 1992.
Premio Baragano de Poesía, décima y narrativa infantil,  1988,1989,1990
Mención Ismaelillo  de la UNEAC, 1995.

Publicaciones

Salvar el alba (poesía infantil) 1992  ed. Hnos. Loynaz
Escapar al olvido (décima) 1992 ed. Hnos. Loynaz
Estaciones (poesía  infantil) 1994 ed. Sanlope
Camino del Río seco (Lit infantil) 1999
El libro de Dayron y de todo el que quiera  (literatura infantil) 1999


La obra de Alberto Peraza Ceballos aparece en varias antologías, Poetas del  Mediodía (ed. San Lope,1995) y De este lado del  cielo, Antología de  décimas publicada en Veracruz, México,  

Por su trayectoria literaria mi amigo Alberto Peraza Ceballos ha recibido  varias distinciones y nombramientos:
Miembro de la ASEJE (Asociación de Jóvenes Escritores de Iberoamérica).
Medalla Tío Castilla por su  labor  decimista en Veracruz, México.
Declarado Hijo Ilustre de la Cultura Cubana en México.

En su obra poética, ha tenido el escritor un lugar especial para la décima, en el 2004 la Editorial Hnos. Loynaz publico su libro Sobornos clandestinos  y otras utopías, con el cual obtuvo el premio en el concurso Nacional de Glosa Nicolás Guillen. En este libro, el autor reflexiona contra el estrés, el materialismo, la soledad. Expresa, según declaro Alberto, al unísono el dolor  y el alivio de  vivir:

Quien muere y no cree su muerte
“porque la muerte no existe”.
El hombre es un canto triste
que se ha inventado la muerte.
Esperanza, para verte
dejé la puerta entreabierta:
Naufragio con la cubierta
sin bandera y sin abismo
esperanza soy yo mismo
tocando en mi propia puerta.

(Decima tomada de su libro Sobornos clandestinos y otras utopías)

He recibido un mensaje de Alberto, me ha dado mucho gozo saber de él, actualmente reside en México donde es un connotado embajador de  la cultura cubana,  da conferencias, participa en  la Ferias  Internacionales del Libro , da a conocer no solo su obra sino también la de nuestros escritores cubanos. Siendo una de las  actividades  más recientes, una muy especial sobre la obra del Indio Nabori en el noventa aniversario de su natalicio.
 

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