domingo, 18 de mayo de 2014

CUBA : MISIONES CASI POSIBLES




 

Siempre me  gusto la escuela, recuerdo cuando los maestros nos   asignaban escribir composiciones, era la oportunidad  para  hacer   volar  nuestra  imaginación,  plasmar en el papel nuestras  fantasías, nuestras ilusiones y  desde nuestra visión describir el mundo  que  nos rodeaba, nuestras familias, esas vacaciones ideales que  nos gustaría  haber tenido, pero había  un tema muy  particular que   se repetía en algunos  grados, era como un  termómetro   para  medir  cual era  no  solo la vocación  del estudiante  sino también como el estudiante veía a los demás,   este  tema  era manejado en  títulos como  “Cuando sea   grande  quiero ser……  y otros parecidos todos encaminados  a  los mismos objetivos.

El mundo cambia, hemos sido testigos del cambio climático,  de cambios políticos y  sociales,  de muchos conflictos bélicos,  epidemias, desastres  naturales,   amenazas de guerra, la  distribución política del mundo ha cambiado incluso en  nuestra pequeña Isla el número de provincias ha  variado algunas  veces en  los últimos años  y  con  estos  cambios va cambiando también  la  forma de  mirar las  cosas, de  aceptarlas o cambiarlas, van  apareciendo   nuevas  opciones que  el hombre va   acomodando para sacar provecho  de ellas.

En   un  programa  de TV  un periodista preguntaba a algunos niños que les  gustaría ser cuando   fueran  grandes, varias fueron  las respuestas, pero hubo una que gano la atención de mucha  gente, el niño de 9 años contesto que  él quería  ser   sicario. Si, así dijo este  niño y  argumento que  así podría proteger a  su familia  y  ganar  mucho dinero. Duele verdad? Donde  quedo la infancia? Donde las fantasías? Donde quedaron  los sueños? Ese niño a  través de  su respuesta reflejaba  su miedo, su inseguridad, la carga  que llevaba  sobre  sus tiernos hombros al  ser responsable por su   familia.
                                               
  


Hace varios días   regrese de Cuba,  tuve a mi alrededor niños, adolescentes y  jóvenes, mis sobrinos y  sus amigos  que  disfrutaban  de la semana  de receso escolar felices en   este  encuentro  que tienen una  vez al  año  ya   que  viven  en  diferentes provincias, y  entre  risas y  juegos   pude saber que   deseaban estudiar, cuáles eran  sus planes

Futuros peloteros, médicos, enfermeros, profesores, veterinarios, informáticos, abogados…….. fueron  desfilando ante mis ojos hasta que  una respuesta llamo  toda  mi atención: Yo quiero ir  de misión! Es  obvio que  yo  sé lo  que  es  IR DE MISION ,  hace  muchos  años  Cuba  comenzó a enviar  misiones de   diferente  índole a  muchos países, recuerdo entre  otras  las militares   a Angola  y  Etiopia porque   muchos jóvenes   que  estaban  en  el  Servicio Militar Obligatorio  fueron enviados a esa  misión y los  tres hijos  de  una amiga   estaban  en  ese  grupo. Médicos, constructores, deportistas, militares,  profesores etc.  aun  forman parte de  estos contingentes que   en  diferentes  partes  del mundo cumplen MISIONES.

Seguí  conversando con  el joven  y   quedo aclarado  que   ir  de misión  no era  una  profesión , él me dijo que  lo sabía pero que  lo que  quería  hacer era eso,  así  que  le daba lo mismo estudiar una  profesión  u otra siempre que tuviera la oportunidad   de   salir del país. No pude detenerme y  seguí preguntando mientras el grupo fue  creciendo, quise saber por qué o para que quería ir de misión  y las respuestas   fueron   varias:  para ganar dinero   y   reparar  nuestra  casa que  un  ciclón  hace  8  años le ocasiono grandes danos, para comprar muebles, para  que mi madre  no  tenga  que  trabajar tanto, para   comprarme  ropa y zapatos, para   conocer otros países, para comprar una  computadora, un  auto, para ayudar a mi familia ……. Este niño también  sentía la obligación moral de ayudar a su familia, también  sus   sueños están llenos de miedos por  el  futuro.
Muchos de mis antiguos vecinos y amigos han  vivido esta experiencia, ahora sus  hijos siguen  sus  pasos  aunque según   lo visto y  oído, los objetivos que los llevan  a dar  el paso al frente   son   muy  diferentes.
                                                             
Ir  de MISION se ha convertido en el sueño de muchos cubanos, desde  que están  en  la escuela lo tienen dentro de sus  metas, no importa  a donde, para ellos  significa lo mismo poder IR DE MISION a Haití que  a Brasil desde el punto de vista de la oportunidad , la posibilidad de viajar, conocer otros destinos, aunque  cuando logran  ser asignados  a una misión se  dan  cuenta de que  no es lo mismo,   que el mundo no  es  como lo vemos  desde nuestra isla, como nos los muestran.

Los profesionales salen  llenos de ilusión a cumplir las misiones pero nadie les cuenta que no todo será como se lo imaginan, porque  además  de estar expuestos  a  enfermedades, peligros, de sufrir la ausencia de los seres queridos, de no  tener las mismas condiciones de trabajo en  muchas  ocasiones sienten  y  son  víctimas del  rechazo por parte de aquellos que  han  ido a ayudar  y  en  estos momentos viene a mi mente aquel humilde maestro que   fue  asesinado mientras ayudaba  a  combatir el analfabetismo en un  país  de América   Central,  aquellos  jóvenes soldados que cayeron  bajo el fuego de los que  ellos  fueron  a apoyar  en  África,  los  que  en  países amigos  realizan  una labor  humanitaria pero  de igual manera  son   rechazados  por el pueblo aunque la mayoría  de ellos son  simplemente trabajadores en  busca de alivio para  sus condiciones de vida y nada  tienen que  ver con  otras  “misiones” a las  que   otros fueron  especialmente asignados.

En otras palabras no todos  los cubanos que  salen al mundo a cumplir MISION van a asesorar  ejércitos, gobiernos, a  reprimir al  pueblo  cuando sale a las calles, no todos llevan  en  su  equipaje la metodología para instaurar un  sistema que ha  quedado demostrado que  no funciona, no todos son espías, sus servicios han  sido canjeados por   petróleo entre otras  cosas, sus salarios son  una  miseria aunque Cuba  reciba millones  a cambio de sus  servicios.
Cumplir MISION nunca fue   una   aventura maravillosa, desde el principio ha   estado plagada de irregularidades y peligros, de  censuras  y  vigilancias, amenazas y   abusos, pero que  que alguien me diga cómo le puedo explicar todo eso a todos esos profesionales e incluso a esos jóvenes  que  anhelan la posibilidad  de  salir de MISION.
                                                         
                                                                  
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