jueves, 22 de agosto de 2013

LOS LIBROS , JOYAS DEL CONOCIMIENTO










Yo amo los libros, en  ellos no  solo he  encontrado disfrute y  conocimiento sino que me  han  servido de guia, de  refugio, los  libros me  han  llevado por miles de  destinos,  he volado  y  he  conocido los  fondos del  mar, he  estado  entre  fieras y  rodeada  de  volcanes, he  conocido culturas y pueblos muy  distantes, he conocido héroes y la historia de muchos países, con la ayuda de ellos  aprendí a  elaborar  sabrosos  platos, a  conocerme  mejor y  superar mis  aspectos  negativos, conocí  a Blancanieves, Peter Pan, Robín Hood, Tagore, Gandi, Neruda, Marti, Hernandez, Garcia  Marquez, Víctor Hugo, y  fortalecí  mi espíritu a  la  par  que  crecía intelectual y  socialmente.
 
 
 
 
 
 
 
Desde niña he  preferido los  libros como  el  mejor  regalo, y aun  sigo prefiriéndolos, y al  saber que  cada  día  las  ventas de  libros van siendo mas  bajas,  que muchas librerías de  prestigio han cerrado algunas de  sus  sucursales, que las  personas que  siguen visitando las bibliotecas en  la  mayoría  de  los  casos van en busca de otro  tipo de  material o a usar la Internet, que muchas bibliotecas publicas alrededor del  mundo están siendo cerradas porque no hay dinero  para  pagar a sus empleados,  me  siento muy  disgustada porque me  preocupa  el futuro  del  libro impreso.
 
No pienso  que  vaya  a desaparecer pero si  perderá  relevancia, al tener  menor  uso las publicaciones  irán  disminuyendo.

 
 
 


 
 
El Ebook, libro digital, ciberlibro o libro  electrónico como también se  le conoce, es  una versión   digital de los libros  de  textos, y cada día su  uso se va  generalizando aunque hay muchos lectores que  dado  su precio y el lugar donde ellos viven no tendrán  acceso. Yo sigo prefiriendo  el libro, de  tapa dura o blanda me da  igual, ese libro que puedo saborear de tapa a tapa, conocerlo técnicamente,  divulgarlo, exponerlo. Amo los libros y  por  eso elegi ser Bibliotecaria.

                                                     
 
                            

Cuando termine mis estudios como Bibliotecaria Escolar en la escuela Formadora de Maestros Primarios Tania La Guerrillera tuve la oportunidad de ocupar una plaza en una secundaria de San Luis, la ESBEC 47 también conocida como San Benito, fue mi primer lugar de trabajo.
Esta escuela como muchas secundarias y preuniversitarios estaba ubicada en el campo en medio de sembrados de tabaco que los estudiantes y profesores atendían según la modalidad de estudio-trabajo establecida por el MINED ( Ministerio de Educación en Cuba),eso significa que los estudiantes van  en una sesión del  día a clases y en la otra a trabajar  en la agricultura .Era un internado por lo que los estudiantes permanecían en la escuela toda la semana e iban a sus casas los fines de semana. En este lugar, bajo estas condiciones comenzó mi vida laboral.
 
 
 
Como todo recién graduado tenia muchos sueños y expectativas, había estudiado en una escuela muy moderna con todos los recursos que se podían desear, había hecho mi practica docente en una escuela también muy reconocida por sus condiciones y yo deseaba poder trabajar en condiciones similares al menos para dar continuidad a mis clases teóricas y practicas, tenia tanta ilusión que la noche anterior no pude conciliar el sueno.



La escuela tenia un bus que recogía bien temprano en la mañana al personal docente, iba primero a San Juan y Martínez, municipio vecino nuestro y luego a San Luis, ya en el bus me presente a los que serian mis compañeros por 3 anos, fueron muy atentos conmigo y al llegar a la escuela el director me dio la bienvenida hasta ese momento todo marchaba según lo esperado, solo me faltaba abrir la biblioteca que había estado cerrada, como la escuela, por un mes.

 
                                          


El corazón latía con prisa, estaba deseosa por ver cual seria mi local de trabajo, echar una ojeada a la colección , organizar, actualizar comenzar a trabajar porque entre otras cosas ya era hora de ganar dinero pero…… cuando abrí la puerta la realidad fue muy distinta a como la había sonado, la biblioteca de la escuela estaba llena de hojas secas de los árboles que la rodeaban, llena de polvo, etc. Etc. Etc. pero lo que mas me lastimo fue el estado de la colección, era pobre y no se adaptaba a los intereses de los estudiantes, sobresalían en cantidad y títulos los libros de filosofía, economía, marxismo, todos editados en la URSS, estaban todos los libros de Lenin, de Engels y Marx, y mis alumnos tenían edades comprendidas entre 11 y 15 anos, sabia que esos libros no les serian de gran utilidad.En el estante de Literatura la situación mejoraba pero seguía predominando la literatura soviética y así en las demás clasificaciones.

   
                                                  
 
 
Tenia ante mi un reto y me preguntaba si estaba lista para afrontarlo, lo asumí con voluntad, tenia los conocimientos y vías para trabajar, ahora tendría que usar la imaginación para con esos recursos que en realidad no me ayudaban mucho, fomentar en mis estudiantes el amor por la lectura, llevarlos de la mano por el mundo de las letras, alimentar la necesidad de investigar, enseñarlos a manejar diferentes tipos de documentos, debía lograr que aprendieran mientras disfrutaban de la magia que nos envuelve cuando leemos un libro. Trabaje fuerte, perdía y ganaba fuerzas, el animo subía y bajaba, pero nunca considere la idea de rendirme y con el tiempo mi trabajo dio frutos, juntos logramos sacar de esos libros que casi nunca había sido hojeados las mejores cosas. Mi entusiasmo de recién graduada contagio a muchos estudiantes y en sus ratos libres se acercaban a mi para hablar de libros, siempre se iban con una chispita de interés por algún libro, cuento o historia que les recomendaba o les contaba dejándolos en suspenso.
 
 
                                                          




Mi tiempo  de trabajo en la ESBEC 47 fue otra escuela para mi, mi primer contacto con el mundo laboral, conocí profesores que fueron mis amigos, personas muy capaces y valiosas, entregadas con amor a su profesión , no teníamos los recursos adecuados pero estábamos listos para cumplir nuestra responsabilidad, conocí muchos estudiantes a los que contagie con el vicio de la lectura y aun me lo recuerdan, ese es el mejor regalo, aunque mi primer día de trabajo me haya decepcionado un poco por la carencia de condiciones de mi biblioteca, pienso que valió la pena, y que fue útil no solo para mi  sino también para esos jovencitos, luego me fui a trabajar a un Centro de Documentación Pedagogica
y dirigia o orientaba a las demas bibliotecarias escolares,  les  trasmiti mis  experiencias y las prepare para llevar a  esos  ninos que quizas  la unica  experiencia frente a  un  libro seria  esa  que  recibian  en  la escuela, el  amor  por  los libros y el interes por  la  lectura.


Mi primer juguete fue un libro, gastaba el dinero que me daban para merendar en libros, conocí la historia y geografía del mundo en los libros, me deleite con la poesía, las historias, me hice bibliotecaria, estudie Literatura, aun sigo rodeada de libros y hasta el final de mis días seguiré sintiéndome bibliotecaria porque no concibo el mundo sin libros y los libros sin bibliotecarios.
                            

                                             

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