Varias personas pueden vivir un mismo
acontecimiento y a la hora
de describirlo, de recordarlo ,lo
hacen de diferente manera porque
cada uno lo ha visto desde diferente ángulo, lo ha vivido
bajo diferentes condiciones, cada uno tiene diferentes intereses y diferentes maneras de enfocar la situación, cada uno ha jugado un papel
diferente en el desarrollo de ese
acontecimiento. Puede que algunos recuerdos tengan muchos puntos de contactos pero
seguramente habrá también algunas
diferencias entre ellos, al leer este articulo
volverás el recuerdo a esa etapa de la historia de Cuba
en que Rusia , es decir, la URSS
en aquellos tiempos, tenía que
ver con todo lo que a Cuba se refería.
La presencia rusa en
Cuba comenzó en 1960, en
aquella época la
URSS ( Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) estaba formada
por 15 repúblicas pero en 1991 ese inmenso país de dividió en 15 países,
siendo el más extenso Rusia
que conservo a Moscú como su
capital.
En aquel momento, era tanta la presencia de rusos y
de productos rusos en Cuba
que hasta nos parecía normal,
ingenuamente pensábamos que
nuestra azúcar era canjeada por
todos aquellos servicios y productos , más
tarde supimos que un pedazo de tierra en
una posición estratégica era la
razón de tanta devoción hacia los
cubanos.
Habían rusos por
doquier, de todas las edades,
rubios y
morenos, con ojos azules
y verdes, negros y grises,
delgados y regordetes ,les encantaba tenderse
en la arena a dorarse bajo nuestro cálido
sol por lo que a veces
había también rusos rojos, me
gustaba ver las niñas llevando en su
pelo lazos de cintas de
colores.
Miles de cubanos
fueron a la URSS a estudiar carreras
militares, científicas, técnicas además del idioma ruso y
en Cuba en muchas escuelas se cambió la
enseñanza del idioma Ingles por el Ruso, nos sentíamos tan agradecidos
de los camaradas soviéticos
que no sabíamos que
hacer para agradarle, se ensenaba
su idioma en las
escuelas y en la radio
nacional, celebrábamos sus
fiestas patrias, y hasta
nuestras bibliotecas y
librerías se vieron inundadas de una lluvia de libros rusos,
novelas, cuentos, poesías, teatro, economía, arte, política, marxismo,
pedagogía, psicología, matemáticas, etc.
etc. etc. autores de diferentes épocas se acomodaron en
su nuevo hogar permitiendo
que nuestros ávidos lectores de las zonas más recónditas del país se familiarizaran con autores de la talla de Gorki, Chejov, Tolstoi, Makarenko,
Konstantinov, Polevoi, Pushkin sin
faltar un autor cuyos
libros eran bibliografía a consultar obligatoriamente en todas las escuelas superiores junto a los de Engels y Marx, me refiero
a Lenin.
En la
televisión abundaban los
programas facturados en la
URSS, series, películas, dibujos
animados , los repetían hasta
la saciedad aunque ya los niños
se los supieran de memoria, recuerdo
17 Instantes de una Primavera,
las películas Moscú mi amor eres tú, Ve
y mira.
Comenzaron a llegarnos
publicaciones de la URSS
recuerdo el diario Pravda, las revistas Mujer Soviética, Tiempos Nuevos, Panorama Olímpico, URSS, Misha, que además de lindos
colores después de leerlas las
usábamos para forrar
los libros de la escuela.
En la calles comenzaron
a circular los Volga, Moskvitch,
Ladas, las motos Ural, y a pesar del tiempo gracias al ingenio
de sus dueños algunos quedan rodando aun y
en nuestros cielos volaban los
aviones de Aeroflot junto a los
MIG , aviones de guerra.
Los cubanos disfrutamos por mucho tiempo de las asiduas actuaciones
del Ballet Bolshoi grande entre los
grandes, del Circo Ruso, coros,
instrumentistas, cantantes, magos,
llenaban nuestros teatros.
Una de las cosas que recuerdo que más
emoción me causo en su
momento fue la salida al espacio de la nave espacial soviética Soyuz 38 porque formando
parte de esa tripulación iba el primer
cosmonauta cubano y
Latinoamericano, el piloto Arnaldo
Tamayo Méndez .
Muchos sitios
especialmente hospitales y
escuelas comenzaron a bautizarse con el
nombre de Lenin, bustos de todos tamaños y
colores abundaban en establecimientos públicos y hasta en algunas casas junto a la bandera rusa.
En muchas casas quedan huellas de la URSS, puede ser una
tele, una lavadora
Aurika, un ventilador Orbita que
fue concebido para descongelar
el refrigerador pero que se
convirtió en una
tabla de salvación en
los cálidos veranos cubanos, planchas, relojes, aires
acondicionados todo hecho en la URSS y muchos conservan con
cariño esas muñequitas hechas de
madera y pintadas de alegres colores que se llaman matrioskas y que nunca
las he podido tener.
Comenzaron a llegar
productos de todo tipo desde
la URSS, estos iban desde
cuchillas de afeitar, carne
enlatada, compotas para
bebes, leche en
polvo, etc etc etc.
La distancia entre
Moscu y La Habana
son 9 550 km, y así
se llamaba un programa
de participación cuyo premio
era precisamente sortear esa distancia en un
viaje turistico de La Habana a Moscú.
Una de las huellas más palpables de la presencia
rusa en Cuba son
sin duda los nombres de aquellos niños que nacieron entre el 60 y el 91, era
muy usual encontrarse en un aula al menos 15 niños
con nombres rusos, nombres
bonitos sin dudas como
Alexander, Vladimir, Anatoli, Yury, Lena, Tamara, Galina, Alexei, Boris,
Valentina, Irina, Natacha, Tatiana, Irina, Katia que junto a
niños con nombres
como Pedro, Juan, Antonio, Luis, Manuel, Rosa, Alicia, Sofía etc. etc. etc. fueron creciendo juntos.
Creo que no
me equivoco si digo que
no había un aspecto de nuestra vida que no tuviera algo que ver
con la URSS, ella era
como nuestra madre, quien nos suplía
de todo mientras nosotros
nos fuimos descuidando de producir, fuimos abandonando nuestra
industria , nos acomodamos a
recibir lo que todos creían firmemente
que era una
ayuda gratuita de ese lejano y
gran país que un día
cayo también en un
gran hoyo no solo económico sino también
social y político y cuando esta
ayuda dejo de llegar comenzó la crisis económica de la
que Cuba
no logra recuperarse.
He leído en la
prensa de la visita a Cuba del presidente
ruso Vladimir Putin quien le
perdono el 90% que
equivalen a 31. 700 millones de dólares de la deuda que el país había
contraído con la URSS, es
una visita para
entre otros asuntos tratar temas relacionados con la colaboración entre ambos países, aunque algunos entendidos opinan que
tendría algo que ver
con la reapertura de la base de
espionaje electrónico Lourdes que
durante la Guerra fría monitoreaba
las comunicaciones en USA desde
Cayo Hueso hasta Washington.
Volveremos ver en nuestras playas miles
de rusos, asesores por doquier, quizás volvamos a tener carne
rusa en las bodegas , autos más modernos pero esta vez sabemos con
certeza que la ayuda
no es gratis, ya
sabemos el precio, Cuba brindara
su territorio para
que otro país espié a USA después que
tantas veces a
condenado el espionaje a nivel
mundial. La huella de
Rusia será profunda y diferente.
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