domingo, 27 de abril de 2014

FIESTA DEL LIBRO Y LA CULTURA HISPANA :WEST PALM BEACH



Los que estamos fuera de casa nos alegramos cuando nos encontramos un compatriota, al identificarnos, como si nos conociéramos de toda la vida, evocamos viejos recuerdos, reímos  y en  ocasiones la nostalgia nos hace  caer alguna  lágrima.
Cada cual de la mejor forma que  sabe o puede intenta siempre estar  cerca   de  su país de origen ya sea  a través  de la cocina, la práctica de  algún  deporte, la  asistencia en  actividades culturales, de apoyo y  orientación de la comunidad. Las fechas importantes  de  nuestros países las celebramos siendo en  ocasiones un buen motivo  para encontrarnos con  amigos y conocidos, también es muy común el encuentro entre   personas   de la misma nacionalidad en  las iglesias para la celebración  de misas  dedicadas a los  santos patrones de cada país   o región.
                                


Siempre   hay   instituciones o personas  independientes interesadas en  proporcionar un  acercamiento entre las personas de una  misma  región del mundo o  que  hablen  una  misma lengua,  este   fin  de semana  he  sido testigo de un acontecimiento  que  por  su nivel profesional , cultural, artístico e intelectual considero que   es de  una  gran  importancia para la comunidad hispana. Raíces Hispanas Inc., una organización sin fines de lucro con  su  directora Gloria Romero pendiente de todos los detalles, visitando a  todos los participantes, tomando fotos … es quien organiza y convoca   esta  Feria .

                                                           


La  Feria Internacional del Libro en español de West  Palm Beach ha reunido en  esta  su  segunda  celebración a un   grupo relevante de  pintores, orfebres, actores, escritores, músicos, cantantes, actores, artesanos, bailarines,  que   con  su entrega han permitido que  el evento haya cumplido y sobrepasado unos de los   objetivos para los que fue creada: Crear un  espacio de encuentro  entre los escritores hispanos independientes que  no tienen fácil acceso  a las grandes editoriales y un  público deseoso de  tener  a  su  alcance material  en  español.
Este   evento se  efectuó  en el City  Center, un lugar muy  acogedor  entre hermosos jardines y  edificios y en él  muchos escritores hicieron las presentaciones  de  sus libros, los pintores y artesanos expusieron sus obras que  también  fueron  puestas a la venta, hubo bailes tradicionales, música en  vivo, teatro, un ambiente en  general muy  agradable que hizo del fin  de semana un tiempo muy  especial.
                                                                
                                                       
Para mí la 2 Feria  Internacional del Libro  en Español  tuvo  connotaciones muy  especiales: después  de 20  años puedo reencontrarme con mi  gran  amigo, el  escritor cubano ALBERTO PERAZA  CEBALLOS,  fueron  momentos llenos de gran  emoción para los dos; conocí a LUIS CABRERA  DELGADO  maestro de las letras para  todas  las  edades  y pude disfrutar de la compañía  de  ARIAM y ZENAIDA que  tan gentilmente aceptaron  mi invitación, fue  una  tarde  gloriosa que  espero repetir cuando la feria celebre su   3ra  edición.

                                                                             






                                                  


                                                           
                                                      

sábado, 19 de abril de 2014

GARCIA MARQUEZ, DE COLOMBIA AL MUNDO

                                                

Hace mucho tiempo descubrí  por casualidad un  artículo  que  a pesar  del tiempo transcurrido no he podido olvidar en una vieja revista llamada Casa de las Américas, una  de las más prestigiosas de la lengua española  a través de la que seguíamos de cerca  el  acontecer literario y en ella colaboraban intelectuales destacados del mundo entero. Esta  revista cubana, aborda cuestiones de América Latina y  el Caribe y además abre  sus puertas  a  los jóvenes que se inician  en  la creación y la investigación  literaria.

La revista Casa de las Américas fue fundada  en 1960 y  es publicada  por  La Casa  de las Américas ,una  institución  cultural fundada en 1959 en La Habana , Cuba que  tiene entre sus objetivos fortalecer los lazos culturales con los pueblos  latinoamericanos y del Caribe así como la difusión  del arte de estos países a través de conciertos, exposiciones, festivales, seminarios.

En  esta revista, a través  de un  artículo fue mi  primer contacto con un escritor que desde ese instante estuvo en  mi  cabecera  a través de sus libros, su estilo, la belleza  de  sus libros, me fue cautivando y al saber de su muerte  siento que muchas cosas le quedaron  por decir, que sus  admiradores, sus lectores nos quedamos a la  espera eterna de un próximo libro, lo echaremos de menos pero sabemos que hemos podido disfrutar  de la obra  y la presencia  de unos de los escritores más importantes de nuestra  lengua, de nuestro  tiempo.

  En 1982 recibió el Premio  Nobel  de Literatura, hemos disfrutado de sus obras  y su presencia, y ante  su inesperada y  prematura partida, quiero decirle adiós a  GABO,  y  quiero hacerlo  compartiendo con ustedes ese artículo que un día me llevo a conocer a un   escritor  que rompió las fronteras   de su Colombia  natal para convertirse en  ciudadano del  mundo.

 El Cataclismo  de  Damocles.

Un minuto después de la última explosión, más de la mitad de los seres humanos habrá muerto, el polvo y el humo de los continentes en llamas derrotarán a la luz solar, y las tinieblas absolutas volverán a reinar en el mundo. Un invierno de lluvias anaranjadas y huracanes helados invertirá el tiempo de los océanos y volteará el curso de los ríos, cuyos peces habrán muerto de sed en las aguas ardientes, y cuyos pájaros no encontrarán el cielo. Las nieves perpetuas cubrirán el desierto del Sahara, la vasta Amazonia desaparecerá de la faz del planeta destruida por granizo, y la era del rock y de los corazones trasplantados estará de regreso a su infancia glacial. Los pocos seres humanos que sobrevivan al primer espanto, y los que hubieran tenido el privilegio de un refugio seguro a las tres de la tarde del lunes
aciago de la catástrofe magna, solo habrán salvado la vida para morir después por el horror de sus recuerdos. La creación habrá terminado. En el caos final de la humedad y de las noches eternas, el único vestigio de lo que fue la vida serán las cucarachas.

Señores Presidentes, señores Primeros Ministros, amigas, amigos: 

Esto no es un mal plagio del delirio de Juan en su destierro de Patmos, sino la visión anticipada de un desastre cósmico que puede suceder en este mismo instante: la explosión -dirigida o accidental- de sólo una parte mínima del arsenal nuclear que duerme con un ojo y vela con el otro en las santabárbaras de las grandes potencias.

Así es. Hoy, seis de agosto de 1986, existen en el mundo más de cincuenta mil ojivas nucleares emplazadas. En términos caseros, esto quiere decir que cada ser humano, sin excluir a los niños, está sentado en un barril con unas cuatro toneladas de dinamita, cuya explosión total puede eliminar doce veces todo rastro de vida en la Tierra. La potencia de aniquilación de esta amenaza colosal, que pende sobre nuestras cabezas como un cataclismo de Damocles, plantea la posibilidad teórica de inutilizar cuatro planetas más que los que giran alrededor del sol, y de influir en el equilibrio del sistema solar. Ninguna ciencia, ningún arte, ninguna industria se ha doblado a sí misma tantas veces como la industria nuclear desde su origen, hace cuarenta y un años, ni ninguna otra creación del ingenio humano ha tenido nunca tanto poder de determinación sobre el destino del mundo.
El único consuelo de estas simplificaciones terroríficas, - si de algo nos sirven -, es comprobar que la preservación de la vida humana en la tierra sigue siendo todavía más barata que la peste nuclear. Pues con el solo hecho de existir, el tremendo Apocalipsis cautivo en los silos de la muerte de los países más ricos está malbaratando las posibilidades de una vida mejor para todos.

En la asistencia infantil, por ejemplo, esto es una verdad de aritmética primaria. El UNICEF calculó en 1.981 un programa para resolver los problemas esenciales de los quinientos millones de niños más pobres del mundo. Comprendía la asistencia sanitaria de base, la educación elemental, la mejora de las condiciones higiénicas, del abastecimiento de agua potable y de la alimentación. Todo esto parecía un sueño imposible de cien mil millones de dólares. Sin embargo, ese es apenas el costo de cien bombarderos estratégicos B-1B, y de menos de siete mil cohetes Crucero, en cuya producción ha invertido el gobierno de los Estados Unidos veintiún mil doscientos millones de dólares. 

En la salud, por ejemplo: con el costo de diez portaviones nucleares Nimitz, de los quince que van a fabricar los Estados Unidos antes del año 2.000, podría realizarse un programa preventivo que protegería en esos mismos catorce años a más de mil millones de personas contra el paludismo, y evitaría la muerte - sólo en África - de más de catorce millones de niños.

En la alimentación, por ejemplo: el año pasado había en el mundo, según cálculos de la FAO, unos quinientos setenta y cinco millones de personas con hambre. Su promedio calórico indispensable habría costado menos que ciento cuarenta y nueve cohetes MX, de los doscientos veintitrés que serán emplazados en Europa Occidental. Con veintisiete de ellos podrían comprarse los equipos agrícolas necesarios para que los países pobres adquieran la suficiencia alimentaria en los próximos cuatro años. Ese programa no alcanzaría a costas ni la novena parte del presupuesto militar soviético de 1982.

En la educación, por ejemplo: con sólo dos submarinos atómicos Trident, de los veinticinco que planea fabricar el gobierno actual de los Estados Unidos, o con una cantidad similar de los submarinos Tifón que está construyendo la Unión Soviética, podría intentarse por fin la fantasía de la alfabetización mundial. Por otra parte, la construcción de las escuelas y la calificación de los maestros que harán falta al Tercer Mundo para atender a las demandas adicionales de la educación en los diez años por venir, podrían pagarse con el costo de los doscientos cuarenta y cinco cohetes Trident II, y aún quedarían sobrando cuatrocientos diecinueve cohetes para el mismo incremento de la educación en los quince años siguientes.



 

Puede decirse, por último, que la cancelación de la deuda externa de todo el Tercer Mundo, y su recuperación económica durante diez años, costaría poco más de la sexta parte de los gastos militares del mundo en ese tiempo. Con todo, frente a este despilfarro económico descomunal, es todavía más inquietante y doloroso el despilfarro humano: la industria de la guerra mantiene en cautiverio al más grande contingente de sabios jamás reunido para empresa alguna en la historia de la humanidad. Gente nuestra, cuyo sitio natural no es allí sino aquí, en esta mesa, y cuya liberación es indispensable para que nos ayuden a crear, en el ámbito de la educación y la justicia, lo único que puede salvarnos de la barbarie: una cultura de la paz.
A pesar de esa incertidumbre dramática, la carrera de las armas no se concede un instante de tregua. Ahora, mientras almorzamos, se construyó una nueva ojiva nuclear. Mañana cuando despertemos, habrá nueve más en los guadarneses de muerte del hemisferio de los ricos. Con lo que costará una sola de ellas alcanzaría - aunque sólo fuera por un domingo de otoño - para perfumar de sándalo las cataratas del Niágara. 

Un gran novelista de nuestro tiempo se preguntó alguna vez si la tierra no será el infierno de otros planetas. Tal vez sea mucho menos: una aldea sin memoria, dejada de la mano de sus dioses en el último suburbio de la gran patria universal. Pero la sospecha creciente de que es el único sitio del sistema solar donde se ha dado la prodigiosa aventura de la vida, nos arrastra sin piedad a una conclusión descorazonadora: la carrera de las armas va en sentido contrario de la inteligencia.   

 
Y no sólo de la inteligencia humana, sino de la inteligencia misma de la naturaleza, cuya finalidad escapa inclusive a la clarividencia de la poesía. Desde la aparición de la vida visible en la tierra debieron transcurrir trescientos ochenta millones de años para que una mariposa aprendiera a volar, otros ciento ochenta millones de años para fabricar una rosa sin otro compromiso que el de ser hermosa y cuatro eras geológicas para que los seres humanos -a diferencia del abuelo Pitecántropo-, fueran capaces de cantar mejor que los pájaros y morirse de amor. No es nada honroso para el talento humano, en la edad de oro de la ciencia, haber concebido el modo de que un proceso multimilenario tan dispendioso y colosal, pueda regresar a la nada de donde vino por el arte simple de oprimir un botón. 


Para tratar de impedir que eso ocurra estamos aquí, sumando nuestras voces a las innumerables que claman por un mundo sin armas y una paz con justicia. Pero aún si ocurre - y más aún si ocurre - no será del todo inútil que estemos aquí. Dentro de millones de millones de milenios después de la explosión, una salamandra triunfal que habrá vuelto a recorrer la escala completa de las especies, será quizás coronada como la mujer más hermosa de la nueva creación. De nosotros depende, hombres y mujeres de ciencia, hombres y mujeres de las artes y las letras, hombres y mujeres de la inteligencia y de la paz, de todos nosotros depende que los invitados a esa coronación quimérica no vayan a su fiesta con nuestros mismos terrores de hoy. Con toda modestia, pero también con toda la determinación del espíritu, propongo que hagamos ahora y aquí el compromiso de concebir y fabricar un arca de la memoria, capaz de sobrevivir al diluvio atómico. Una botella de náufragos siderales arrojados a los océanos del tiempo, para que la nueva humanidad de entonces sepa por nosotros lo que no han de contarle las cucarachas: que aquí existió la vida, que en ella prevaleció el sufrimiento y predominó la injusticia, pero también conocimos el amor y hasta fuimos capaces de imaginarnos la felicidad. Y que sepa y haga saber por todos los tiempos quiénes fueron los culpables de nuestro desastre, y cuán sordos se hicieron a nuestros clamores de paz para que ésta fuera la mejor de las vidas posibles, y con qué inventos tan bárbaros y por qué intereses tan mezquinos la borraron del universo.

jueves, 3 de abril de 2014

GALLEGO: LA EMIGRACION ESPANOLA EN LA LITERATURA CUBANA





                                                               



La emigración no es  un  fenómeno  nuevo, y desgraciadamente parece que el ciclo  se  repite una  y otra vez, hace mucho tiempo  emigraron  nuestros abuelos hoy emigran  nuestros hijos por razones muy  similares.

Los gallegos, como  se  llama  a los  habitantes de Galicia también han  emigrado desde  hace mucho   tiempo,  Argentina, Chile, Venezuela, Brasil, Uruguay y  Cuba  fueron  algunos  de  los  países que  sirvieron  como  refugio a los  gallegos que  por problemas económicos, políticos o  sociales un  día tuvieron  que  salir  de  su  tierra. Aproximadamente 10 millones de  gallegos viven  fuera de  España.
 
 
                                                                
                                                                      
 
 
 

Entre   esa gran  masa de emigrantes sobresalían  los jóvenes pues  eran  más   fuertes y  con  gran  espíritu aventurero,  las  familias  invertían  sus   escasos ahorros, vendían  sus  propiedades para poder pagar  el  el viaje   hacia  un  destino incierto, era  un  acto  de  desesperación ante la necesidad de  que  alguien pudiera  salir para   ayudar a la   familia  desde tierra   extraña.

En  la novela Gallego, el escritor cubano Miguel Barnet nos presenta  a un  joven  gallego  que un día  con sus  pertenencias  al hombro, un  poco  de  comida y  unas  cuantas monedas  deja  su  humilde hogar y  su familia para ir  en  busca  de una  solución  para la situación  en  la que  estaban  viviendo, su  destino  era La  Habana.

Miguel Barnet conocido etnólogo, escritor, poeta, ensayista, narrador, ganador de premios y reconocimientos  en Cuba  y  otros países, nació  en   La Habana   en   1940, es uno  de los escritores cubanos más leídos dentro  y fuera de  Cuba,  además  de  sus libros, ha  escrito  guiones para documentales cinematográficos y  largometrajes ,dos de  sus  novelas,  Gallego  y  La  canción  de   Rachel que  inspiró  la película   La  Bella  de  la  Alhambra,  han  sido llevadas al cine.

La  relación  de obras escritas  por Barnet  abarca   varios   géneros, va de  la poesía a la fábula,  de la novela al ensayo.
 
 
 
                                                         

 
 
 
 

Manuel se llama el gallego, el  personaje principal de  esta  novela, que  nos  lleva  de la  mano  desde la salida de su casa en  una  aldea gallega  y nos va conduciendo a  su  destino, un  destino  incierto pero  que  muchos  han  descrito como ideal para  triunfar, un  destino  que  desde el viaje el barco nos  va anunciando que  no será  fácil, desde  el inicio comienzan  los inconvenientes para este muchacho que viene lleno de  sueños  e ilusiones, con  deseos de trabajar  fuerte, que viene creyendo en  los demás y en la prosperidad de Cuba.
 
Miguel Barnet  para   esta  novela  consulto  muchas   fuentes, documentos  y  archivos  cuya información  fue utilizada cuidadosamente  para  enmarcar y  describir La Habana  a donde llego Manuel,  los  hilos que  fueron  tejiendo esta trama que  fue la realidad   de los miles  de emigrantes  que llegaban   a nuestros puertos.



 

 

                                                            

 
 
Manuel, nos  muestra desde   su  percepción La Habana, con sus  típicos personajes,  sus  clases sociales, la majestuosidad de las residencias de los más afortunados, las condiciones de pobreza  en  que  vivían  muchos, al negro  y al chino buscándose la vida, a las prostitutas, los políticos en  medio de sus  escándalos ,la  corrupción, los bares, salones de bailes, cines y  teatros, las tradiciones, el nacimiento de  grandes edificios,…..
La Habana  fue transformándose  como también  iba  cambiando la  vida  del joven  gallego que llego con  las manos  vacías, que  sufrió  la  ausencia de la familia y  la patria,  falsas promesas de empleo, burlas ,bromas de  mal gusto, hambre, frío, desamor, robos ,estafas, Manuel fue  testigo de esta  transformación que  abarcaba  también el momento histórico y  social, se fue  enamorando de  nuestros atardeceres, de  los pregones,  del andar cadencioso de las cubanas, del clima que  tanto le hizo sufrir  a  su llegada y aunque  alguna  vez  regreso a  Galicia, sintió la ausencia de Cuba y  regreso para  quedarse.






 
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