Es muy común en los
pueblos pequeños que la mayoría de las personas se conozcan,
algunas por el nombre, otras por el apellido, algunas por
algún apodo y en muchas ocasiones por el nombre y
la profesión u oficio que desempeñas.
Es curioso también el
hecho de que al referirse a alguien mencionen el nombre y
seguido el parentesco y el nombre de algún familiar, para
ilustrarlo haré alusión a mi propia experiencia pues
es casi imposible que me llamen simplemente
por mi nombre y para muchos sigo siendo :TERINA o TERESA la nieta
de Juana María, la nieta de Champion, la hija de Teresita, la hija de Orlando, la
hermana de Landy, Martica y Pepa, la esposa de Ariel y la madre de Arielito.
Hace muchos años
conocí a una mujer muy especial, nunca supe su
apellido, su nombre solo tenía cuatro letras pero era conocido por todos
y siempre iba acompañado
de su profesión como el de muchos amigos de mi pueblo,
su nombre era ELBA,
ELBA LA ENFERMERA.
Cuando se hable de
entrega a los demás, de amor a la profesión, de confianza y respeto, de
cariño hacia todos habrá que recordar el nombre
de esta mujer que fue querida por todos y recordada por
muchos.
ELBA tenía
un carácter muy especial, le gustaban las bromas, no tenía
horarios para trabajar, después de trabajar en el hospital
visitaba a muchos enfermos en su casas, personas
de todas las edades se sentían más seguras si era ella
quien les atendía, infundía confianza, parecía que si era ELBA la que inyectaba la
inyección dolía menos, era enérgica en sus
cuidados , hacia lo que tenía que hacer y ambas partes
sabían que era por el bien del enfermo. Cuando ibas a
emergencias y ELBA
estaba de guardia el miedo se hacía menor porque además de
curarte te consolaba y distraía para que no lo
sintieras tanto.
Su día laboral parecía no
tener fin, ELBA nunca decía que no
cuando alguien la necesitaba aunque fuera en los barrios
fuera del pueblo, las personas mayores la preferían
porque tenía esa mezcla perfecta de
profesionalismo-consagración-respeto-y amor por sus pacientes que
hicieron de ella un ejemplo imitar por las nuevas generaciones
de enfermeros.
Hace unos días supe
que ELBA había
fallecido hacia unos años, y decidí escribir unas líneas de
tributo a la memoria de esta menuda pero gran
mujer que con su afecto y dedicación gano el corazón de tantos sanluiseños, esta mujer de la que nunca
supe su apellido pero si de sus cuidados y a la
que siempre llame ELBA
LA ENFERMERA.
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