El dia 3 de Diciembre ha sido elegido el Dia de la Medicina Latinoamericana en homenaje al nacimiento del cientifico cubano DR CARLOS J FINLAY.
Carlos Juan Finlay y Barrés nació... en Cuba, en la ciudad de Camagüey, el 3 de diciembre de 1833. Sus padres fueron, el doctor escocés Eduardo Finlay, médico graduado de las Universidades de La Habana y Lima e Isabel de Barrés nacida en Trinidad Tobago.
Finlay Vivió hasta los once años en la Habana y en el cafetal de su padre en la zona de Alquízar, en 1844 fue enviado a Francia donde prosiguió su educación escolar hasta el año 1846, en que regreso a Cuba. Volvió a Europa en 1848, para completar su educación en Francia; estudió en el Liceo de Rouen hasta el año 1851, en que volvió a Cuba.
Trató entonces de hacer valer sus estudios en Europa con el fin de ganar el bachillerato e ingresar en la Universidad de la Habana para estudiar medicina; pero al no lograrlo se fue a Filadelfia. Allí cursó la carrera de medicina, doctorándose el 10 de marzo de 1855, en el Jefferson Medical College.En 1857 revalidó su título en la Universidad de La Habana.
El médico cubano Carlos J. Finlay descubrió a finales del siglo XIX que el mosquito Aedes Aegyti era el trasmisor de la fiebre amarilla. Con este hallazgo, el Dr. Finlay ayudó a salvar millones de vidas en todo el mundo.
Le llamaban con sorna "el hombre de los mosquitos", casi todos los médicos estadounidenses durante la intervención norteamericana en Cuba, se burlaban de él calificándolo de "maniático". Pero a pesar de que aún hoy la verdad frecuentemente se escribe confusa, la gloria de haber descubierto, y probado, que el mosquito Culex era el único agente transmisor de la fiebre amarilla, pertenece únicamente al Dr. Carlos Juan Finlay y Barres, nacido en Cuba
Desde el mismo momento de la presentación de su teoría, algunos representantes del gobierno de Estados Unidos, faltos de toda ética y honestidad, trataron de escamotearle al médico cubano su descubrimiento y favorecer al norteamericano Walter Reed, quien presidía, en 1901, la Cuarta Comisión estadounidense que vino a Cuba, precisamente, para "demostrar" in situ que la fiebre amarilla tenía un origen bacteriano y que, por tanto, Finlay estaba equivocado.
Con entusiasmo generoso, dice uno de sus biógrafos, explicaba sus teorías, mostraba sus copiosas notas, sus experimentos, sus aparatos, sus mosquitos, y se ofrecía para coadyuvar en cualquier forma a los experimentos que se hacían junto con la Comisión estadounidense.
Es una verdad irrebatible que Carlos J. Finlay fue el primero en el mundo en plantear la transmisión de enfermedades del hombre enfermo al sano a través de un vector biológico.
Llamado por sus críticos "el hombre mosquito", Finlay concluyó, desde 1881, que el mosquito Culex era el único vector de la fiebre amarilla, y planteó las medidas sanitarias para su erradicación que no solamente alejaron la enfermedad del Caribe, sino que permitieron la conclusión del Canal de Panamá.
Si bien aquella Comisión estadounidense dio a conocer en un mitin frente al capitalino Hotel Inglaterra que la teoría de Finlay era cierta, al llegar a Estados Unidos, tergiversaron la verdad y le agradecieron al científico cubano la “ayuda” prestada en el descubrimiento que le atribuyeron a Walter Reed.
En el año 1902, al terminar la primera intervención americana, el Gobierno de la República, hizo justicia a nuestro ilustre compatriota, nombrándole Jefe de Sanidad de la República y Presidente de la Junta Superior de Sanidad.
El Dr. Carlos Finlay fue uno de los cuatro miembros del Comité Organizador que en 1902 tuvo a su cargo la creación de la nueva Oficina Sanitaria Internacional, precursora de la hoy centenaria Organización Panamericana de la Salud.
Finlay fue propuesto siete veces para el Premio Nobel de Medicina.
Muere Carlos Juan Finlay el 19 de agosto de 1915, en La Habana, Cuba, a la edad de 82 años.
Sin embargo, la oposición a reconocer a Reed como el verdadero descubridor se puso de manifiesto cuando Francia decide otorgar a Finlay en 1911 la orden oficial de la Legión de Honor, e Inglaterra la medalla Mary Kinsley, concedida en el mundo solo a los científicos Mauson, Ross y al genial Koch, descubridor del bacilo de la tuberculosis.
Asimismo, el XIV Congreso Internacional de Historia de la Medicina, celebrado en Roma en 1954, ratificó al cubano como el único descubridor del agente trasmisor de la fiebre amarilla y la aplicación de su doctrina en el saneamiento del trópico. Dos años después, esta misma cita realizada en España, acordó la ejecución de una campaña intensa para que los libros de texto, diccionarios enciclopédicos y medios de divulgación no atribuyeran a otras personas la gloria que, por derecho propio, le pertenecía
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El 25 de mayo de 1981 la UNESCO instituyó por primera vez el Premio Internacional Carlos J. Finlay, para reconocer avances en Microbiología, e incluyó al sabio en su revista como uno de los seis microbiólogos más destacados de la historia mundial.
El 25 de mayo de 1981 la UNESCO instituyó por primera vez el Premio Internacional Carlos J. Finlay, para reconocer avances en Microbiología, e incluyó al sabio en su revista como uno de los seis microbiólogos más destacados de la historia mundial.
En la década del 50, por fin se esclarece la verdad histórica y se instaura el Día de la Medicina Latinoamericana en homenaje al cubano el 3 de diciembre día de su nacimiento. Fue entonces cuando se reconoció que él es el único descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla.