Desde hace unos meses quería escribir sobre este tema, varias veces me senté decidida pero son tantos los detalles que vienen a mi mente que no sabía exactamente por dónde empezar y como a través de mi propia experiencia, olvidándome de las definiciones médicas y consejos de muchos profesionales de la salud, de los muchos estudios que se han realizado, incluso, de experiencias de otras personas conocidas que han pasado por la misma situación podía dar a conocer como se va deteriorando la memoria y los cambios en el comportamiento y en los hábitos de vida que te hacen pensar en ocasiones que esta persona que tienes enfrente no tiene nada que ver con ese ser querido que poco a poco has visto envejecer
Mi abuela tiene 92 años,
fue siempre muy activa, trabajo toda su vida para llevar adelante a su familia,
los únicos medicamentos que ha tomado en los últimos tiempos han sido sus
tabletas para la presión alta, regularmente te hacia chequeos médicos, su
alimentación siempre ha sido muy sana, no era dada a comer fuera prefería hacer
sus propios alimentos en los que habían granos verduras, vegetales, frutas,
comía también pollo, pescado y huevo. Abuela no fumo nunca, tampoco ingirió
alcohol y solía retirarse a dormir temprano. Estudiaba todos los días la Biblia
y nunca estuvo sola siempre ha tenido cerca a su familia y amistades que la
quieren. Viajaba a Cuba a ver mi madre y a mi hermanos y conversaba
amigablemente con todos los que la visitaban.
Por
qué doy esos pequeños detalles? Parecen insignificantes pero no lo son, porque
indican que no importa cual sea tu estilo de vida, cuanto amor tengas
alrededor, cuanto ejercites tu cuerpo y tu mente, cuan sano te alimentes como
tampoco importa tu sexo o clase social, tu nivel profesional ni tu raza ni tu
credo para que la demencia senil llegue a tu vida o a uno de los tuyos.
A
los 84 comenzaron a manifestarse ciertos cambios muy ligeros pero que los más
allegados notábamos, mi tía siempre almorzaba con ella , aprovechábamos ese
tiempo para estar cerca de ella, ver como estaba y a la vez ayudarla a que aún
se sintiera útil, que supiera que a pesar de su edad seguía siendo un fuerte e
importante pilar en nuestra familia, que aun la necesitábamos, un día tuvimos
que comenzar a dejarle una especie de menú porque no sabía lo que tenía que
cocinar y al poco tiempo ya no quiso hacerlo más y comenzamos a llevar algo ya
elaborado para comer juntas, en otra ocasión notamos que ya no podía contar al
preferir que lo hiciera otra persona por ella, luego ya estos cambios fueron
siendo más significativos, muchas veces la sorprendí conversando con alguien
que no existía al menos para mí porque ella llevaba una conversación normal, su
memoria más lejana, aunque por supuesto tiene algunos espacios en blanco, la
ejercitamos a través de conversaciones, le ponemos música que aún recuerda y
puede seguir las canciones, vienen a visitarla amigos de la familia y juntos
recordamos gentes y hechos que alguna vez estuvieron en nuestras vidas pero fue
perdiendo su memoria más cercana se olvida si ha comido, pregunta muchas veces
lo mismo, se siente perdida si alguien viene a visitarnos, si cambiamos un
adorno o hay algo fuera de lugar insiste hasta que lo ponemos donde ha estado
antes, ante cualquier cambio ella se pone ansiosa.
,
Fue muy difícil para nosotros decidir en que momento la abuela no podía estar mas sola, pensábamos que no era justo sacarla bruscamente de su entorno, allí estaba sus apartamento, su planta, sus recuerdos, sus vecinos, pero ya abuela no bajaba al buzón, los vecinos que antes venían asiduamente a conversar por diversas razones dejaron de visitarla, y en varias ocasiones bajaba al recibidor del edificio o salía fuera a esperarnos asegurando que la habíamos llamado para recogerla, nuestros teléfonos no dejaban de timbrar toda la noche, ya no dormía las horas acostumbradas y decidimos llevarla con nosotras aunque una vez a la semana la llevábamos a su apartamento ya que ella así lo quería pero poco a poco dejo de importarle.
Poco a poco ha dejado de hacer muchas cosas, ya no lee, ya no escribe cartas a su hija y las que recibe se las tengo que leer yo, no quiere salir, permanece horas y horas sentada en un sofá y nos llama para que nos sentemos junto a ella pero bajo ningún concepto ella va a la otra habitación donde estamos nosotros, duerme pocas horas en la noche y en el día solo dormita , nunca está de acuerdo con la temperatura de sus alimentos, tenemos que insistir para que coma porque todo quiere dejarlo a medias y para que tome agua porque nunca la pide, es decir si no estuviéramos atentas y nos preocupáramos por ella ni comería ni tomaría líquidos.
He recibido muchos pps hermosos que hablan de cuando nuestros familiares lleguen a ser mayores, cuando sus mentes no sean las mismas y sus actuaciones nos dejen el corazón roto porque no tienen nada que ver con lo que esa persona era y hacia algunos años atrás, en ellos se comparan estos adultos mayores a niños, y no es poesía, no son palabras bonitas y lindas ilustraciones lo que estamos leyendo, ahí hay una verdad, nuestros abuelos, padres y demás familiares vuelven a ser como niños, esos niños que una vez nosotros fuimos y ellos cuidaban con tanto amor, cuando están en este estado dependen completamente de nosotros para poder vivir, ya no son capaces de hacer nada por si solos, si no los alimentamos, si no los mantenemos limpios , si no los abrigamos, si lo les cortamos su pelo y sus unas, si no nos preocupamos de sus medicinas, si no atamos sus zapatos, peinamos sus cabellos, los invitamos a lavar sus dientes , si nos los mantenemos en el centro de la familia, los hacemos participes de nuestras conversaciones, compartimos nuestra mesa con ellos , siguen muriendo de inacción y abandono, siente que algo anda mal, piensan que estorban, se van arrinconando hasta que se dejan morir. Es un estado de dependencia total a los que lo rodean, y cuando el temor o el pánico a estar muriendo los embarga se hace doblemente doloroso su cuidado.
En un libro titulado EL MINISTERIO DE CURACIÓN de Elena G de White, hay un capítulo dedicado a la salud mental, en ella se habla de la relación íntima que hay entre la mente y el cuerpo, habla también de que muchos mueren de enfermedades que son totalmente imaginarias, algunas veces la imaginación produce la enfermedad y es frecuente que la agrave.
Yo soy testigo de que así es de fuerte el poder de la mente sobre el cuerpo, los ancianos que tienen demencia senil un día cualquiera te dice que no pueden caminar y dejan de hacerlo, otro día dicen que no pueden tragar y dejan de hacerlo, se van poniendo limites o los va limitando la demencia pero un buen día ni levantarse de la cama quieren, es un proceso irreversible, debemos estar conscientes de que no habrá mejorías, que no volverán a ser lo que eran.
Mi abuela no
duerme de día y apenas lo hace en las noches, ante cualquier síntoma se asusta
porque cree que ya está muriendo y comienza a llamarnos a puro grito, ya
conocemos sus dolencias: dolor en los pies, dolor de estómago y tos, y para cada
uno tenemos un remedio junto a su cama. Amamos a nuestra madre mucho, los
cuidados que le prodigamos son brindados con el corazón porque ella merece eso
y mucho más, pero nuestros cuerpos y nuestras mentes, nuestro sistema nervioso
ya van sintiendo los efectos de noches sin dormir, de más de 16 horas al día en
sus cuidados de temer no estar haciendo lo mejor y lo adecuado para que ella se
sienta bien, el estrés llega poco a poco y algunas enfermedades nos van minando
pero cuales son las opciones que tenemos?
Una de las
opciones seria tener una persona calificada en geriatría que la cuide de día y
de noche bajo nuestra supervisión y la otra poner al anciano en un Hogar para
ancianos o en un lugar donde pase el día y venga a casa en la noche , muchas familias
recurren a alguna de ellas y cada una tiene sus propias razones, nosotros
decidimos encargarnos de sus cuidados porque con personas desconocidas mi
abuela se sentiría asustada, perdida, angustiada y aunque las opciones
mencionadas son muy buenas, poner a abuela fuera de casa con extraños seria
como alejar a un niño de su madre, del seno de su hogar . Otras de las cosas
que hace mi abuela en ocasiones es llamar a su madre y a su abuela y cuando eso
ocurre mi tía y yo siempre estamos ahí para calmarla y amarla.
Abuela no
quiere salir a tomar el sol, pero le decimos que saque a nuestra mascota a
hacer pis y así logramos que tome un poco de aire y sol, no quiere caminar y le
hemos comprado un andador, para que se mantenga activa le pedimos que nos ayude
a doblar la ropa, la tratamos con dignidad pero con firmeza porque si te
rindes, la pierdes.
Esta es
nuestra experiencia en el cuidado de una persona con demencia senil, es la
primera persona anciana de nuestra familia así que hemos tenido que aprender
todo sobre la marcha, hay muchos cursos de entrenamientos para familiares ,
círculos de apoyo, bibliografía, pero nosotras no hemos podido porque nuestra
labor es de 24 horas al día 7 días a la semana por más de 5 años , para mí ha
sido más fructífero compartir experiencias por diferentes medios con
personas que tienen algún anciano enfermo.
Que ha sido lo más difícil? Sin dudas oír su quejidos por algún dolor y no poder precisar si es verdad o es solo producto de su mente, ahí nos quedamos sin saber que hacer, ver como cada día se va apagando , mantener la calma, tener paciencia eso también lo hemos aprendido.
No importa cuánto te entregues, cuanto sacrifiques para que tu ancianito este bien, se sienta confortable, siempre quedaran cosas pendientes, siempre estarás pensando en que debía haber hecho o que he hecho mal, es un trabajo de mucho amor y mucha entrega, un trabajo en el que debe involucrarse toda la familia no solo por la parte física que requiere sino por la parte emocional porque en medio de todo esto una de las cosas que no pueden faltar es el afecto y el cariño que podamos brindar al ancianito, pasar tiempo con el oír sus historias aunque sean repetidas eso le hará mucho bien.
No sé cómo terminar porque siento que me quedan cosas por decir, si sientes que no puedes solo, busca ayuda, es por ti, es por el ancianito, si estás cansado o deprimido no podrás hacer un buen trabajo y habrás fracasado en una de las cosas más importantes que habrás hecho en tu vida, llenar de amor y cuidados esos últimos tiempos que tendrás a tu ancianito.