TERESITA CASTILLO
Hace mucho tiempo que
no veo a Alberto. Más de 20 años diría yo,
pero en cada encuentro con amigos
y conocidos he preguntado por él y he sabido de sus triunfos, de sus nuevas
publicaciones. Me cuentan que lo han
visto, que sigue siendo el gran amigo que siempre, que la fama no le ha hecho daño, que la humildad y sencillez
siguen siendo sus banderas.
Conocí a Alberto
Peraza Ceballos cuando éramos muy
jóvenes los dos, y
recién comenzábamos a trabajar en una Escuela Secundaria en el Campo, San
Benito que era denominado por
unos, otros preferían llamarla ESBEC
47. Era un lugar alejado, en
medio de los cultivos de tabaco, donde
solían trabajar los estudiantes. Alberto
era profesor de Ingles, yo trabajaba en
la biblioteca, y desde el inicio establecimos una linda amistad que ha sobrevivido al tiempo y a la distancia, de la
que conservo muy gratos recuerdos.
Teníamos muchas cosas
en común los dos, le apasionaba la literatura,
su trabajo era muy organizado y creativo,
en cada momento importante de la escuela él estaba al frente, no se cansaba, nunca lo vi
molesto, tiene un
carácter especial que me
hace pensar al
ver su literatura para
niños, que nunca dejo
de ser tierno como sus pequeños alumnos. La familia estaba en el
centro de su vida, su
madre a la que tuve
la dicha de conocer y la que se parecía mucho Alberto
físicamente y en el carácter, su hermano, su
sobrino Dayron.
Alberto además de ser
profesor de ingles, estudio ruso, hablaba correctamente ambos idiomas,
aunque el ruso
lo aprendió de forma autodidacta,
y un buen día gano un
concurso y se fue
a Moscú. Al regresar
nos contó de sus
experiencias como sólo puede hacer
un amante de las artes y que esa
capacidad y talento lleva en sus genes. Estaba muy feliz,
emocionado, era algo que pocos logran,
era el premio
a su esfuerzo, a sus
horas estudiando un
idioma que no
sabía si podría servirle de algo
alguna vez, y le sirvió para romper barreras,
para alzar el
vuelo por primera vez y no dejar de soñar, de trabajar y de amar.
No recuerdo
exactamente si Alberto comenzó a escribir
antes o después del viaje a Moscú,
pero un día comenzó a mostrarnos sus poesías, escritas a lápiz, el escritor que llevaba dentro despertó y
comenzó a derramar en el papel sus
emociones convertidas en versos. Escribe para niños, inspirado desde el nacimiento de su sobrino Dayron a quien
dedica muchas de sus composiciones e
historias y también para los adultos.
Premios obtenidos
Concurso
Hermanos Loynaz de Poesía Infantil 1989, Tercer Premio.
Premio Hermanos
Loynaz de Poesía 1992.
Premio Baragano de
Poesía, décima y narrativa infantil,
1988,1989,1990
Mención
Ismaelillo de la UNEAC, 1995.
Publicaciones
Salvar el alba (poesía
infantil) 1992 ed. Hnos. Loynaz
Escapar al olvido
(décima) 1992 ed. Hnos. Loynaz
Estaciones (poesía infantil) 1994 ed. Sanlope
Camino del Río seco
(Lit infantil) 1999
El libro de Dayron y
de todo el que quiera (literatura infantil)
1999
La obra de Alberto Peraza
Ceballos aparece en varias antologías, Poetas del Mediodía (ed. San Lope,1995) y De este lado
del cielo, Antología de décimas publicada en Veracruz, México,
Por su trayectoria literaria
mi amigo Alberto Peraza Ceballos ha recibido
varias distinciones y nombramientos:
Miembro de la ASEJE (Asociación
de Jóvenes Escritores de Iberoamérica).
Medalla Tío Castilla
por su labor decimista en Veracruz, México.
Declarado Hijo
Ilustre de la Cultura Cubana en México.
En su obra poética,
ha tenido el escritor un lugar especial para la décima, en el 2004 la Editorial
Hnos. Loynaz publico su libro Sobornos clandestinos y otras utopías, con el cual obtuvo el premio
en el concurso Nacional de Glosa Nicolás Guillen. En este libro, el autor
reflexiona contra el estrés, el materialismo, la soledad. Expresa, según
declaro Alberto, al unísono el dolor y
el alivio de vivir:
Quien muere y no cree
su muerte
“porque la muerte no
existe”.
El hombre es un canto
triste
que se ha inventado
la muerte.
Esperanza, para verte
dejé la puerta
entreabierta:
Naufragio con la
cubierta
esperanza soy yo
mismo
tocando en mi propia
puerta.
(Decima tomada de su
libro Sobornos clandestinos y otras utopías)
He recibido un mensaje
de Alberto, me ha dado mucho gozo saber de él, actualmente reside en México
donde es un connotado embajador de la
cultura cubana, da conferencias,
participa en la Ferias Internacionales del Libro , da a conocer no
solo su obra sino también la de nuestros escritores cubanos. Siendo una de
las actividades más recientes, una muy especial sobre la obra
del Indio Nabori en el noventa aniversario de su natalicio.