Es una tradición en Cuba celebrar de forma especial los 15 años de edad; en cambio para los norteamericanos la llegada a los 16 es la fiesta especial para las muchachas. Es una tradición que nos viene de muchos años atrás, y en esa festividad se presentaban a las jovencitas a la sociedad porque naturalmente esta costumbre surgió y fue celebrada por muchos años en el seno de la clase aristocrática y con el tiempo fue siendo adoptada por todas las familias los que podían celebrar.
Mis recuerdos sobre las fiestas llegan desde mi infancia cuando veía a las muchachas preparándose para su fiesta, ese día era como si mágicamente pasara de ser niñas a ser mujeres, la mayoría se pintaba el cabello, se sacaban las cejas, rasuraban sus piernas, se maquillaban, por primera vez el día de sus 15 años.
Por el día, en la casa de la quinceañera, se hacía un banquete para familiares e invitados, había comida en abundancia, puercos asados y fritos, arroz congris, yuca con mojo, plátanos fritos; era la comida que con más frecuencia se ofrecía, en otras ocasiones según la época del año, preparaban tamales, arroz con pollo, ensaladas, todo esto acompañado de bebidas.
Al caer la tarde comenzaban a ultimarse los preparativos para la fiesta, en ocasiones eran en la casa de la muchacha o en algún sitio especial, donde hubiera más espacio. La chica llegaba vestida de largo como una princesa, se veían preciosas, como no lucir hermosas a los 15 anos? La familia e invitados también lucían sus mejores trajes, se hacían fotos, se bailaba un vals, 15 parejas acompañaban en el salón a la cumpleañera, todos vestidos de gala, como salidos de un cuento de hadas, luego la chica se cambiaba su traje por un moderno vestido y comenzaba el baile que terminaba en la madrugada , la música mayormente era grabada aunque a veces había grupos en vivo y se servía un refrigerio en el que figuraban empanaditas, croqueticas, bocadillos, cake, y ponche.
Yo no tuve fiesta de 15 años, ni fotos, ni traje largo, ni vals, estaba en la escuela al campo a muchos kilómetros de mi casa trabajando en la agricultura. Recuerdo que el campamento se llamaba El Naranjal, y estaba ubicado en Isabel Rubio, en la tarde llegó mi madre a verme y me llevó una comidita deliciosa como esas que solo saben hacer las madres.
Recuerdo haber ido a muchas fiestas de 15, amigas, compañeras de la escuela, vecinas, amigas de mis amigas, fueron momentos muy bonitos, aun la diversión era sana, y la amistad era eso, amistad. En mi pueblo habían pocas opciones recreativas , así que cuando habían 15, era un gran acontecimiento. Íbamos no solo a los que se celebraban en el pueblo sino también a los barrios.
José Luis, es un gran amigo que hoy vive en Costa Rica y en aquella época era quien ayudaba a “montar” los valses, era un aficionado pero sabía lo que hacia, creo que muchos recordamos con cariño esta etapa de nuestras vidas y los hermosos valses que pudimos bailar gracias a la paciencia y el talento de José Luis.
Este mes ha cumplido 15 años mi sobrina Emelyn, ella vive en la Isla de la Juventud, una pequeña isla localizada al sur de Cuba, estudia en el preuniversitario y es una buena alumna y yo quería hacerle su fiesta de 15, pero los tiempos han cambiado, y ya las chicas prefieren hacer otras cosas, Emelyn me pidió alguna ropa y que la llevara a conocer algunos sitios, y con gusto la llevaré, son otros tiempos, otras condiciones de vida, otras generaciones, pero la ilusión de llegar a esa edad es la misma de aquella época en que las fotos de las quinceañeras solían aparecer en las paginas sociales .